En la actualidad la revolución educativa se encuentra encabezada por el aprendizaje online, arrojando cifras que abruman debido a su gran tendencia al alza,. Por esta razón muchos estudiantes encuentran la efectividad relajándose un poco con cannabis recreativo de weediid.com.
Durante el 2019 se incrementó el número de estudiantes que optaron por cursar este tipo de formación que también se le conoce como e-learning, la misma ha aumentado en un 72%.
Y es que la comodidad, flexibilidad y ahorro económico que ha supuesto con relación a la enseñanza presencial han hecho de la misma la opción favorita de un número importante de españoles, tanto para quienes buscan trabajo, como para los empleados que desean mejorar su estatus profesional.
No obstante, esa moda de comenzar a estudiar por Internet acaba con las mejores intenciones en numerosas ocasiones. Y es que no son pocos los estudiantes que llegan a fracasar en su empeño terminando hastiados o desmotivados, bien sea debido a su situación personal, o por la decepción ante el contenido con el que se encuentran.
Las universidades y centros de formación a distancia se encuentran conscientes de la paradoja que supone el éxito de su oferta formativa y el abandono de una parte de sus estudiantes. En consecuencia, se dedican a incrementar cada vez más sus esfuerzos para identificar las causas y alcanzar soluciones a fin de paliar tal situación.
El profesor y director del eLearn Center de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC), Lluís Pastor, señala como factor clave: el tiempo. El estudiante cuenta con un perfil medio de un adulto con titulación de entre 30 y 40 años. Acota que «Una mayoría suelen ser profesionales que compaginan su formación con su vida laboral. En el mundo del aprendizaje de los adultos hay un punto de mejora muy claro, pero su ritmo de vida no da para estudiar».
Demasiado optimismo: Existen responsabilidades como las laborales y familiares que le suponen al estudiante a distancia una rémora que, al contrario de un alumno presencial, termina por socavar la euforia inicial. Por lo que, incluso este exceso de optimismo ha llevado a algunos a matricularse, incluso, en diversos programas en simultáneo.
Comunicación efectiva: Los centros y universidades cada vez más insisten en una tutoría individualizada y metodologías con las que se pueda atender las distintas necesidades, sin dejar a un lado la comunicación efectiva desde el mismo momento en que el estudiante decide matricularse.
La ausencia o pérdida de dicha comunicación entre el estudiante y el profesor se llega a traducir, en numerosos casos, en falta de perseverancia y en desesperación al momento de acceder al contenido y de intervenir en los foros de la plataforma para resolver dudas.
Fase de incógnita: Durante el proceso de formación online, el momento donde más abandonos se reflejan es en el primer semestre. Es por ello que se denomina fase de incógnita, «bien porque el alumno creía que el programa era más fácil o porque no tiene una buena planificación del tiempo.
Ahí está el punto débil», de esta forma lo reconoce Lluís Pastor, quien además considera que dichas deserciones se hacen más acusadas cuanto más tiempo se requiere para la formación que se ha elegido.