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Realmente importa la cultura en el desarrollo

La evolución de la humanidad nos ha llevado desde cosas elementales hasta llegar a la luna. En tal sentido, diversos estudiosos como sociólogos, antropólogos e historiadores se han dedicado a reiterar determinados comentarios que se han desarrollado sobre la tendencia de los economistas en donde señalan que no se preste la suficiente atención a la cultura al momento de investigar el funcionamiento de las sociedades en líneas general en conjunto con el proceso de desarrollo en particular.

En el caso de la cultura, esta es entendida como todas esas manifestaciones que abarcan aspectos materiales, espirituales e ideológicos que representan a una o varias personas y que las identifican como parte de un conjunto mayor de individuos. La cultura de manera intrínseca, se trata de una creación inherente al ser humano si se toma en consideración que el resto de los seres vivos logran subsistir a partir del empleo del medio, mas no en la creación del mismo. Si bien se han compartido con todos ellos las funciones orgánicas comunes como nacer, crecer, reproducirnos y morir, el hecho cultural se presenta como un bien exclusivo del hombre que le otorga igualdad a todos los individuos, en el sentido en que todos tenemos la capacidad de crearla, pero simultáneamente nos hace distintos unos de otros ya que cada uno crea su propia cultura, incrementando la riqueza que el ser humano compone.

Los patrones de conducta del ser humano, los sistemas de creencias, los principios y las formas de vida solo pueden derivarse de la cultura, es decir, se trata de la suma de todas las formas de arte, de amor y de pensamiento, que en el transcurso del tiempo les ha permitido a los seres humanos conformarse como más libres. En tal sentido, la cultura se conforma como ese vínculo invisible que se ha encargado de unirnos con el resto de las personas, pero además se encarga de exponer las variadas formas de pensar y de vivir. Representaciones culturales como por ejemplo el arte, la literatura, el lenguaje y la religión, en conjunto con los valores y las creencias de una comunidad, tienden a formar su esencia con la que se manifiesta el estilo de vida de quienes pertenecen a ella. De modo que cada cultura resulta especial, diferente y es exactamente tal diversidad la que nos enriquece.

La cultura se encuentra relacionada con el desarrollo de nuestra actitud ya que nuestros valores tienen influencia directa en la manera en la que vivimos. Ajustados a la definición conductista, la cultura es el último sistema de control social en el que la gente tiene el dominio de sus propias normas y conductas. En cuanto a los valores, estos funcionan como nuestros principios fundamentales, dándole forma a todo lo que pensamos, cómo procedemos y a nuestra forma de ser.

Finalmente, podemos notar que la cultura puede afectar la percepción y el comportamiento, modificando la forma en la que percibimos las cosas, ya que en gran medida se ve afectada por los prejuicios, la actitud y las emociones, pero además, con los factores que están estrechamente relacionados con la misma. Cuando se etiqueta algo como bueno o malo, las ideas que se muestran como preconcebidas pasan a jugar un papel básico, por lo que catalogar algo como fácil o difícil, la actitud y el nivel de motivación con los que contamos cuenta como clave.